fiestaaaaaaaaa,ahi estare tambien!! sigo insistiendo:lmdmv se tiene que quedar! 9:30 a. m.
Anónimo dijo...
Yo no podré ir, aunque me lo merecería... yo y mi mamá que es la que se ocupó de comprarme y enviarme por amigos que iban y venían todas y cada una de las revistas... estoy triste, aunque me consuela que debo tener unas seis en Buenos Aires para ser enviadas. Los voy a extrañar, disfruten de la fiesta y VUELVAN. Gloria, desde Barcelona www.uncajonrevuelto.arte-redes.com 6:14 p. m.
Anónimo dijo...
qué bueno que se junte, la gente linda!! 7:52 p. m.
Yo no lo puedo creer. Justo cuando me había enamorado total y completamente de la revista... Busqué el blog simplemente para expresar la tristeza que me da cada vez que abro y leo las notas que me quedan del último número.
Hoy, sacando unas carpetas de un estante, se deslizó entre ellas uno de los dos ejemplares de La mujer de mi vida, que alguna vez he podido comprar (y que por no haber podido conseguir los otros, leí y releí una y mil veces sin perderle nunca el sabor). Uno de los bordes de la tapa estaba un poquito doblado, invitando nuevamente a la lectura... Y horas después leo casi por casualidad que La mujer de mi vida tiene que cerrar sus páginas.
No sé si voy a poder estar mañana, pero si me gustaría que ustedes sigan estando :)
Cam
PD: Ahora que si puedo conseguir los números (léase ingreso económico), se me escapan! 10:42 a. m.
Anónimo dijo...
allí estaré mañana. hay que pagar entrada? 3:17 p. m.
Anónimo dijo...
No! Ya pregunté: es con entrada libre y gratuita. 3:18 p. m.
Anónimo dijo...
Hace un año aprox que colaboro en la revista y la verdad es que con el cierre de LMDMV pierdo un espacio –el único– que me estimulaba a escribir, que me desafiaba a exprimirme (más allá de los resultados magros o gorditos) alguna idea que pretendía cierta novedad. LMDMV es (me niego a conjugar en pasado) una invitación a pensar, más que eso, una excusa para detenerse en esos recovecos inútiles de la existencia, propia o ajena, e intentar un recorte. En estos tiempos donde abundan los locutores que te hablan a velocidad ininteligible para aclararte los aspectos legales de la promo, la “antigüedad” de LMDMV que tienta a leer y no a hojear, a perder el tiempo, es un oasis que lamento personalmente perder. Hace más de una década que trabajo como periodista –y sí, ahora viene el lamento de barricada– es una profesión que tiende a desaparecer, al menos la de periodista free lance, ese que está en la calle, pescando, oliendo temas, historias para volcarlas. La frase repetida es “el mercado argentino no da” y así es como colegas valiosos, plumíferos, inteligentes, originales y divertidos, no soportan correr detrás de los ciento cincuenta pesos la nota y se resignan a hacer gacetillas para empresas o –ay qué arcada– trabajar en agencias de marketin o publicidad. Otros combinan esto con dar clases ad honorem en la facultad, escribir una novela para un concurso. Es una pena que ninguna empresa apoye en serio la cultura, que no vean que la cultura puede ser un negocio, que fomentar el pensamiento es bueno para todos. Unas palabras finales para Sergio Olguín, editor de lujo porque me ha permitido pensar y escribir en total libertad. Que ha respondido con calidez y buen humor a mis dubitaciones cuando le presentaba una idea para una nota y de quien guardo todos los mails (¿no sería una buena idea para un libro recopilar los mails de un editor de una revista cultural con todos sus colaboradores? ¿algo así como el backstgage de un concierto?) Y porque lamento en lo personal quedarme sin esta excusa para escribir, reitero acá lo que ya le dije a Olguín en un mail (sé que la mayoría de los colaboradores lo hicieron también): si sirve de algo, yo escribiría gratis para LMDMV, por el placer de hacerlo. Nos vemos en la fiesta mañana y no me resigno a que de la nada aparezca un empresario coolto que ponga sus fichas para que LMDMV continúe vivita y cooleando. 7:46 p. m.
Anónimo dijo...
Si uds. por placer escribieran, y nosotros por el placer de leerlos pagáramos el doble del valor actual de la revista...?
Vamos gente, tiene que existir el modo de salvar a lmdmv. Y entonces mañana festejamos todos. Y la amargura se queda afuera. 8:16 p. m.
Anónimo dijo...
¡¿Y el número nuevo?!
¿Renovamos?
Quiero verlo.
Saludos y felicitaciones a los hacedores de LMdMV, es gente muy linda y verdadera. 4:00 p. m.
-
Anónimo dijo...
uauuuuuuuuu-
Unknown dijo...
fiestaaaaaaaaa,ahi estare tambien!!-
Anónimo dijo...
Yo no podré ir, aunque me lo merecería... yo y mi mamá que es la que se ocupó de comprarme y enviarme por amigos que iban y venían todas y cada una de las revistas...-
Anónimo dijo...
qué bueno que se junte, la gente linda!!-
Ezequiel M. dijo...
Yo no lo puedo creer. Justo cuando me había enamorado total y completamente de la revista...
-
Lara Lee dijo...
A veces no sé si son ironías de la vida.
-
Anónimo dijo...
allí estaré mañana. hay que pagar entrada?-
Anónimo dijo...
No! Ya pregunté: es con entrada libre y gratuita.-
Anónimo dijo...
Hace un año aprox que colaboro en la revista y la verdad es que con el cierre de LMDMV pierdo un espacio –el único– que me estimulaba a escribir, que me desafiaba a exprimirme (más allá de los resultados magros o gorditos) alguna idea que pretendía cierta novedad. LMDMV es (me niego a conjugar en pasado) una invitación a pensar, más que eso, una excusa para detenerse en esos recovecos inútiles de la existencia, propia o ajena, e intentar un recorte. En estos tiempos donde abundan los locutores que te hablan a velocidad ininteligible para aclararte los aspectos legales de la promo, la “antigüedad” de LMDMV que tienta a leer y no a hojear, a perder el tiempo, es un oasis que lamento personalmente perder. Hace más de una década que trabajo como periodista –y sí, ahora viene el lamento de barricada– es una profesión que tiende a desaparecer, al menos la de periodista free lance, ese que está en la calle, pescando, oliendo temas, historias para volcarlas. La frase repetida es “el mercado argentino no da” y así es como colegas valiosos, plumíferos, inteligentes, originales y divertidos, no soportan correr detrás de los ciento cincuenta pesos la nota y se resignan a hacer gacetillas para empresas o –ay qué arcada– trabajar en agencias de marketin o publicidad. Otros combinan esto con dar clases ad honorem en la facultad, escribir una novela para un concurso.-
Anónimo dijo...
Si uds. por placer escribieran, y nosotros por el placer de leerlos pagáramos el doble del valor actual de la revista...?
-
Anónimo dijo...
¡¿Y el número nuevo?!
Publicar un comentariofiesta fiesta!
Allí estaré!
7:05 p. m.
sigo insistiendo:lmdmv se tiene que quedar!
9:30 a. m.
estoy triste, aunque me consuela que debo tener unas seis en Buenos Aires para ser enviadas.
Los voy a extrañar, disfruten de la fiesta y VUELVAN.
Gloria, desde Barcelona
www.uncajonrevuelto.arte-redes.com
6:14 p. m.
7:52 p. m.
Busqué el blog simplemente para expresar la tristeza que me da cada vez que abro y leo las notas que me quedan del último número.
Será definitivo???
1:06 a. m.
Hoy, sacando unas carpetas de un estante, se deslizó entre ellas uno de los dos ejemplares de La mujer de mi vida, que alguna vez he podido comprar (y que por no haber podido conseguir los otros, leí y releí una y mil veces sin perderle nunca el sabor). Uno de los bordes de la tapa estaba un poquito doblado, invitando nuevamente a la lectura...
Y horas después leo casi por casualidad que La mujer de mi vida tiene que cerrar sus páginas.
No sé si voy a poder estar mañana, pero si me gustaría que ustedes sigan estando :)
Cam
PD: Ahora que si puedo conseguir los números (léase ingreso económico), se me escapan!
10:42 a. m.
3:17 p. m.
3:18 p. m.
Es una pena que ninguna empresa apoye en serio la cultura, que no vean que la cultura puede ser un negocio, que fomentar el pensamiento es bueno para todos.
Unas palabras finales para Sergio Olguín, editor de lujo porque me ha permitido pensar y escribir en total libertad. Que ha respondido con calidez y buen humor a mis dubitaciones cuando le presentaba una idea para una nota y de quien guardo todos los mails (¿no sería una buena idea para un libro recopilar los mails de un editor de una revista cultural con todos sus colaboradores? ¿algo así como el backstgage de un concierto?)
Y porque lamento en lo personal quedarme sin esta excusa para escribir, reitero acá lo que ya le dije a Olguín en un mail (sé que la mayoría de los colaboradores lo hicieron también): si sirve de algo, yo escribiría gratis para LMDMV, por el placer de hacerlo.
Nos vemos en la fiesta mañana y no me resigno a que de la nada aparezca un empresario coolto que ponga sus fichas para que LMDMV continúe vivita y cooleando.
7:46 p. m.
Vamos gente, tiene que existir el modo de salvar a lmdmv.
Y entonces mañana festejamos todos.
Y la amargura se queda afuera.
8:16 p. m.
¿Renovamos?
Quiero verlo.
Saludos y felicitaciones a los hacedores de LMdMV, es gente muy linda y verdadera.
4:00 p. m.