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jueves, julio 13, 2006 |
Heredad
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Un malentendido trasvasado de generación en generación; de las ruinas de aquél páramo, iniciamos otro férreo espejismo, cada quien ha recibido su parte: una dentellada en el talón, excesivos indicios para el viaje.
Tomo mi parte como una póstuma bendición del Exilio; extiendo la lengua digo que si, padre, que ya no existes, te recibo, te doy de nacer donde llevo la marca. Ahora devuélveme al silencio.
María Larrieu
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posteado por La mujer de mi vida a 11:21 a. m.
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11:09 p. m.
3:59 a. m.
no existes, te recibo"
Esos son magníficos.
8:57 p. m.
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10:38 p. m.
7:55 p. m.
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3:26 a. m.
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